



Kai tenía unos ojos que me atraparon y un rostro que acechaba mis sueños. Me quedé fascinada con su segundo hermano mayor, Kai Bennett.

Lo único que me enseñó fueron fotografías de sus hermanos. Era divertida y extrovertida, pero no decía nada sobre su familia. Los más ricos entre los ricos mandaban a sus hijos a nuestro internado y Brooke Bennett estaba en lo más alto, aunque nunca supe bien por qué. Siempre hubo susurros sobre mi compañera de habitación en la Academia Hillcrest.
